El paso del tiempo, la acción del sol y el stress de la vida social que llevamos se van cobrando un precio en el aspecto de nuestra cara. Este proceso que es normal y asumible, a veces se adelanta a nuestros deseos de envejecer y supone un problema para ciertos grupos de personas que se ven reflejadas en el espejo con un aspecto más envejecido de lo que realmente se sienten.

En estos casos se aprecia una pérdida de frescura y brillo con la aparición de flacidez cutánea, pérdida de tono en los músculos de la cara y el cuello, pérdida de volumen en mejillas y pómulos , aparición de bolsas en los ojos, arrugas , patas de gallo ,etc…


Un lifting facial no puede detener este proceso
, que es normal,pero si puede en un momento determinado realizar procedimientos que devuelvan unos años atrás a esa cara envejecida mejorando el aspecto, tensando los músculos de la cara y el cuello, devolviendo los volúmenes perdidos, eliminando la grasa de donde no debería estar y posicionando en su situación original la piel del cuello y cara. Un lifting facial se puede asociar a todo tipo de procedimientos destinados a mejorar el aspecto envejecido de la cara; como es el botox, las sustancias de relleno, los láseres para el rejuvenecimiento, la blefaroplastia, etc…

Podemos realizar un lifting del tercio inferior o cuello, un lifting del tercio medio para mejorar el surco nasogeniano y los pómulos o un lifting superior para corregir las arrugas de la frente y subir la cola de las cejas. Estos procedimientos se realizan por separado o conjuntamente.

¿Cuándo realizamos un lifting?

Un lifting facial se realiza en personas generalmente por encima de los 45 años que presentan una flacidez cutánea en la cara con descolgamiento de la piel, apareciendo las bandas en el cuello, la pérdida del reborde mandibular, el vaciado de los pómulos o la caída de la cola de las cejas. El objetivo es dar una apariencia más joven sin que la cara tenga un aspecto de velocidades decir, que como siempre decimos no perdamos la naturalidad de nuestra expresión. EL lifting funciona cuando existe un exceso de piel, pero no es buen compañero de las arrugas ni de la perdida de frescura de la piel, que son aspectos que dependen de la calidad de la misma y no de que sobre o no.

Preoperatorio

A la hora de planificar un lifting facial es muy importante hacer unas cuantas valoraciones preoperatorias. En primer lugar el paciente debe saber que es una cirugía pesada, que dura más de tres horas y que se realiza casi siempre con anestesia general con ingreso en el hospital durante 24 a 48 horas. Es muy importante no tomar aspirina ni derivados durante las dos o tres semanas previas a la cirugía. No se debe fumar nada las tres semanas previas a la cirugía ni las tres semanas posteriores a la intervención. Y es importante saber que es una cirugía delicada por la cantidad de estructuras nerviosas y vasculares que pasan por debajo de la piel, lo que hace que el cirujano sea muy cuidadoso a la hora de realizar el procedimiento y que precisa de mucha colaboración por parte del paciente en el postoperatorio.

Cirugía

La duración de un lifting es muy variable, dependiendo de las zonas que vayamos a tratar y de los procedimientos asociados que se realicen como laser, rellenos, blefaroplastia, etc. La localización de las cicatrices dependerá mucho de las zonas que se vayan a tratar y de las recomendaciones del cirujano. Suelen comenzar en la zona de las sienes dentro del cuero cabelludo, bajan hacia abajo por delante de la oreja siguiendo los pliegues naturales,  y continúa detrás del lóbulo de las orejas hacia la parte posterior del cuero cabelludo. En ocasiones es necesario realizar una pequeña incisión de unos cuatro cm justo debajo del mentón. Antes de realizar el despegamiento de la piel se realizar una liposucción del cuello y de las zonas donde lo consideremos necesario.

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En este momento cuidadosamente se despega la piel de la musculatura en las zonas que queremos tratar, se realiza el tensado de los músculos en un sentido vertical para contrarrestar los efectos de la gravedad. Cuando la musculatura está en su sitio se realiza el estiramiento de la piel y se elimina el exceso.

Una vez terminada la cirugía se colocan unos drenajes para prevenir el sangrado y un vendaje suave.

La recuperación y los resultados

La recuperación es algo lenta, presentando en los primeros días inflamación generalizada de la cara y el cuello, cardenales y adormecimiento de las zonas de la piel que hemos tratado. No es una cirugía muy dolorosa, con lo que no habrá que tomar muchos calmantes. Es importante recordar que no se pueden utilizar analgésicos derivados de la aspirina. Los drenajes se quitan a las 24 48 horas, los puntos de la cara a los siete o diez días y las grapas del cuero cabelludo a las dos semanas.

Los pacientes de lifting facial se encuentran bien a los dos días, pero deben ser cuidadosos durante las dos primeras semanas. No deben exponerse al sol, ni realizar ejercicio físico, ni realizar movimientos bruscos con el cuello. Deben descansar lo máximo posible y siempre algo semiincorporado para evitar la inflamación de la cara y cuello. Los resultados comenzaran a apreciarse a partir del mes, por eso no es raro que los pacientes se encuentren extraños con su aspecto durante las cuatro primeras semanas.

Puede presentarse alguna complicación, como los hematomas, la lesión (casi siempre temporal) de los nervios que controlan los músculos faciales, la infección y las reacciones a la anestesia. Los problemas de cicatrización son más frecuentes en fumadores, pero eso hay que preverlo antes de la cirugía.

Los efectos son duraderos, pero no eternos. Eso significa que no podemos detener el proceso de envejecimiento, pero sí que podemos recuperar el aspecto juvenil de los años previos. Es frecuente que las pacientes intervenidas de un lifting se hagan un retoque a los cinco y diez años para volver a reponer las estructuras en su sitio.

Hay veces que si el descolgamiento no es muy grande y se localiza en un área muy localizada se pueden realizar los llamados mini liftings.

Otras técnicas menos agresivas

Un mini lifting o lifting exprés es un procedimiento que se realiza con anestesia local y sedación, con cicatrices cortas y poco despegamiento cutáneo que busca reponer las estructuras como piel y músculo que han cedido poco con la mínima agresión posible y recuperación rápida. Si hablamos de un mini lifting de cuello realizamos una incisión corta justa por delante y detrás del lóbulo de la oreja, despegamos un poco la piel, tensamos el musculo del cuello con unos puntos y quitamos el pequeño exceso de piel. La paciente se puede ir a casa y lleva una faja para el cuello durante una semana. Si hablamos de un mini lifting cervical realizamos una incisión en la región de las sienes dentro del cuero cabelludo, despegamos la piel hasta la cola de la ceja y tiramos hacia arriba para tensar la piel. Esta técnica no precisa vendajes.

Todas estas técnicas no mejoran la calidad de la piel, por eso hay una gran cantidad de tratamientos complementarios destinados a mejorar el aspecto de la piel como ya hemos dicho que nos ayudan a realizar un tratamiento integral para mejorar el proceso de envejecimiento facial.

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